De Objetos, Objetividad y Subjetividad.
Un objeto arquitectónico es inevitable, puesto que
-queramos o no- estamos en constante contacto con el...
Un objeto arquitectónico puede ser referido
socio-culturalmente, cuando es narrado en la realidad social y cultural que
explican al objeto mismo, tales nociones están referidas a la utilidad de la
vida cotidiana de la comunidad involucrada.
Por lo tanto, el supuesto (aun no justificamos su
existencia), objeto arquitectónico define su existencia misma por la intención;
intención que en la arquitectura se refiere a la materialización y que se puede
entender como el significado o uso del mismo, sin embargo esta aseveración,
esta supeditada al objetivo, es decir al concepto de “la utilidad de las cosas”;
en ese sentido, nos estaremos refiriendo entonces a la fabricación de un objeto
cualquiera, entonces: ¿La arquitectura se produce? ¿Con qué fin? Y ¿A quién va
dirigida?
Un objeto -un bolígrafo, una mesa, un encendedor- es un
elemento producto de la mente febril del hombre y por supuesto, de la
manufactura -a diferencia de las cosas (piedras, arboles, agua), que ya estaban
ahí-; los objetos son entonces instrumentos para solucionar una necesidad: el
bolígrafo escribe, la mesa sirve para subir los pies -o lo que sea- y, el
encendedor prende un cigarro, cuando no se están usando ¿Para que sirven?
La arquitectura en el mas íntimo de los conceptos se hace
-se produce, se fabrica- para solucionar necesidades (en el tiempo y el
espacio, etc.), ergo es un instrumento para habitar, por lo que se podría
especular que la arquitectura ES solo cuando está en función de un sujeto que
la necesita.
Ahora bien, hemos encontrado las partes de lo que podríamos
entender como la conformación del elemento de análisis, estas son: el objeto
(utilitario, funcional, satisfactor, etc.), el sujeto (ser humano, quien lo usa
o necesita), y el uso (necesidad-solución); lo que conlleva a la revelación
previa a la definición: para generar un objeto arquitectónico, son necesarios
tres factores primordiales, o sea la necesidad, el sujeto-usuario y el
proyectista.
Esta aseveración esta fundamentada por la primer idea de
la realidad del objeto, es decir, la
relación intrínseca del sujeto y su comprensión (que es subjetiva), con el
objeto y sus condiciones (que son objetivas), y con el quehacer del arquitecto
(objetivo y subjetivo al mismo tiempo), y que podría producir un elemento de
uso objetivo y con significados subjetivos. De esta manera se podrá dar un
valor connotativo a ese elemento, es decir el valor de la intencionalidad en la
arquitectura, su materialización y significados; por lo que la arquitectura es objeto solo cuando satisface las necesidades del sujeto-usuario. De este modo,
concluimos que SI existe el objeto arquitectónico, ahora bien, con esta idea, ¿Cuales
son sus conceptos/categorías/dimensiones?
Si bien ya procuramos responder a los conceptos y
dimensiones, solo nos faltaría intentar esbozar sus categorías, éstas solo son
dos y se perciben mas como cualidades, el aspecto físico y el aspecto metafísico.
El aspecto físico se deberá entender como la principal
cualidad del objeto arquitectónico, debido a que esta fundamentada en el
concepto de habitar, es decir, usar la arquitectura para fines objetivos; el
aspecto metafísico esta mas relacionado con el fenómeno de la percepción por lo que en ocasiones queda supeditado a la subjetividad.
Con todo lo anterior en mente, los componentes de un objeto arquitectónico serían tantos como percepciones habrían, sin embargo y
para establecer una postura diría que son:
•Los materiales con los que esta hecho.
•Los usos que se le den.
•Las sensaciones que genere.
•Los ideales
que represente.
•El tiempo en que se realice.
•La región donde
este ubicado.
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