Servicio a la comunidad.

En días pasados, fui contactado por una persona -un cliente- que me solicito una propuesta arquitectónica para su casa de descanso a las afueras de la ciudad; nos reunimos, charlamos y llegamos a la contratación de mis servicios profesionales, todo iba de maravilla hasta que llego el momento de decirle el concepto... la idea a trabajar, al decirle ésta, la expresión dicha por él me dejo entre sorprendido y preocupado: 

"A menudo los arquitectos parecen ser un misterio…" What...?! Por lo que me vino a la mente…

¿Contratar un Arquitecto?

Lo que el público ve, es que un arquitecto tira una idea directamente de su cabeza, y la señala al cliente y, a continuación, aparece un edificio de acuerdo a sus especificaciones. Pero en realidad, el trabajo de un arquitecto es mucho más complicado que eso…

Un arquitecto debe entender el propósito del edificio, y debe ser capaz de ver todos los usos y los problemas para poder diseñar un edificio funcional, para que esto ocurra efectivamente, el arquitecto y el cliente deben comunicar claramente sus necesidades. El cliente debe ser capaz de dar su visión para el arquitecto, de manera que él o ella puedan entonces diseñar un edificio que esté a la altura de las expectativas del cliente; hasta ahí todo parece estar bien, normal ¿No? Pues no, porque después surge una duda a los ojos de la gente que requiere (y lo digo como una posición estrictamente profesional); necesita nuestros servicios...

¿Qué debo hacer para emplear a un arquitecto?

La respuesta a esta pregunta se basa en sus necesidades individuales, la experiencia y la confianza en su propio diseño y la construcción de capacidades. Ciertamente, pocas personas que aspiran a diseñar y construir a gran escala un edificio de oficinas, pero es común que los dueños de casas individuales para la gestión de la remodelación y pequeños complementos, lo necesiten. Es importante entender que incluso el más pequeño proyecto puede ser complicado intensamente.; por ejemplo, si la remodelación de una habitación en su casa, donde participan de una alteración estructural de un muro, entonces podría ser arriesgada sin al menos consultar a un arquitecto sobre la mejor manera de abordar el proyecto. En muchos casos, el único aspecto evidente del proyecto es el actual problema del proyecto.; por ejemplo, tal vez su oficina sea demasiado pequeña y tenga necesidades de espacio de almacenamiento adicional, pero no tenga el espacio sobre el cual construir un añadido, etc. Un arquitecto puede ayudarle a formar una solución a su problema…

¿Cuándo debería empezar a buscar un arquitecto? 
La respuesta es simple: ¡Lo antes posible!

Como se mencionó anteriormente, un arquitecto puede ser útil, desde el momento en que han identificado el problema. En función de sus necesidades específicas, el arquitecto puede ayudar haciendo estudios al lugar, garantizando la zonificación y planificación de los créditos aprobados, así como muchos otros temas que deben producirse… ¡Antes de que el diseño se termine!

Es importante darse cuenta de que un proyecto de construcción, puede tomar años en completarse. No es raro que sea por dos años para pasar del tiempo uno decide que la construcción sea necesaria, hasta que el terreno se rompe. Las aprobaciones deben obtenerse, los diseños deberán ser formulados, la tierra debe estar al alcance, etc. La mayoría de los arquitectos están familiarizados con el proceso de pre-construcción y le ayudará a llegar a la fase pionera más rápido, si contrata el arquitecto correcto para el inicio de proyecto…

Por lo que le sugiero, amigo lector, antes de aventurarse a idealizar su casa, oficina o lo que sea que quiera realizar, tómese un tiempo, consulte a un arquitecto o a varios si lo considera pertinente; existen en el mercado laboral, ofertas interesantes de despachos con experiencias en diferentes aspectos, tanto del diseño, así como de la ejecución de la obra; de tal manera que ambas partes salen ganando, el cliente, usted, obtiene los beneficios de haber contratado a un profesionista que le garantiza el funcionamiento, la estética y la economía de su espacio y el arquitecto, que obtiene beneficios laborales, de reconocimiento y colaboración.